SEPULCRO ESTE BLOG PARA RENACER EN LA WEB

Ha llegado ese día tan esperado..
Finalmente, volveré a escribir.
Hoy por fin, comienzo a migrar los escritos en mi nueva página web para iniciar una nueva etapa, permanente y completa.

Si te interesa seguir leyendo y compartiendo conmigo, por favor ve a PATATACORNIOS.COM. Te estaremos esperando. 

Cielo

Es al mirar al cielo, que lo malo se aleja. 
La perfección abre las puertas, en un mundo de sinfín de maravillas que no vuelven a repetirse. 
Y si, hablo del cielo. No literal sino aquel techo sobre los techos del cual nadie puede esconderse. 
No un simbolismo hipotético de un paraíso teológico ni una epifanía sentimental. 
Solo el cielo. 
Aquel lienzo sin limites para la mirada que le recorre extasiada. 
Es la anestesia a las lágrimas. 
La compañía inolvidable del gozo. 
La realidad que existe más allá de lo verdadero y lo falso. 
Es un algo inexplicable aunque la ciencia le explique. 
Pues más allá de los fenómenos y las polifacéticas entrañas humanas, ese cielo siempre estará allí. 
Es ese limite inalcanzable. Inmutable. Intocable.
Y aún así, todos llegamos a el cuando nos perdemos en sus óleos. 
Le tocamos con las plumas de la imaginación al recorrer sus anchas en vuelo. 
Aquel siempre cambiante, aunque sea en el mismo lugar, a la misma hora, con la misma historia. 
Aun si volviéramos el tiempo, no sería igual. 
Pues así como ese cielo cambia, mutan los ojos que le miran. 
Es por eso que te agradezco, amado cielo, por siempre estar ahí, para cubrir al mundo con tus toldos mágicos de lienzos inagotables. 

Primeros días

Hermosura, aquella magia que envuelve el misterio de los primeros días. 
Primeros días de un amor
Primeros días de nacer
Primeros días en la universidad
Primeros días en tu nueva ciudad

Hay un algo en aquella emoción impetuosa y sin nombre, que nos invade y nos llena de la vitamina del alma, la felicidad. 
Porque no convertir cada día en un primer día. Hacer de cada día una gran oportunidad. Un comienzo, no un final. 
Así, mantendremos la alegría de nuestro corazón latente. Y se esparcirá hasta cubrir toda nuestra alma. 
Cada día se renovará y jamás seremos invadidos por el anhelo de los primeros días que quedaron atrás. 
De este modo, siempre será una nueva gran aventura,

Hermosa Versión del Fantasma de la Opera de Lindsey Stirling


Simplemente glorioso. No llevo la cuenta de cuantas veces le he oído. Pero, es sin lugar a dudas, una obra de arte.
Es increíble el cómo todo lo referente a esta obra es majestuoso. La película, las interpretaciones teatrales, los musicales, sus textos y sus canciones. 

El corazón late por lo que quiere

Y aun a sabiendas por primera vez en años de los peces que nadan en el mar, mi corazón ve el oleaje en tinieblas y solo late por el mismo renacuajo.
¿Algún día será un príncipe guerrero, que vendrá a mi puerta con rosas sin espinas y un corazón renacido?

Un Tortuoso Tragame Tierra

Dicen que el amor es ciego.
Ciego de quien amas. Ciego de como eres por quien amas. Ciego de como es contigo quien amas.
Pero peor aun, ciego de quienes te rodean.
Hoy casualmente me ocurrió un evento melancólicamente gracioso, que me hizo ver un poco la realidad que aunque empezaba a percibir, mi ilusión negaba.
Es increíble como un instante de vergüenza te hace percibir las cosas.
Arrepentirse es de tontos, lerdos, inmaduros... Siempre lo dije.
Podrá serlo, pero saber que lo es no me salva de cometerlo.
Sino, al contrario, me suma más cargos a la hora del juicio.
Hoy fue uno de esos días que bueno... Prometen ser eso, un día más.
Es como que todo el universo hizo complot para que la situación fuese notoria si o si.
Al despertar, estaba algo afónica y con una fiebre que debo decir, solo ha empeorado.
De por si, desde dos días antes, he tenido el aire en la cabeza y la sangre en los pómulos, para así decirlo. En pocas palabras, he estado tan roja como un tomate fresco.
Tanto así, que todos mis conocidos notaron al momento y tuve que mentir diciendo que había ido a la playa.
De por sí, todos creían el llanto había sido fuente en mis ojos, dado que por más que intentaba no podía secarles.
Pero debo admitir, es lindo cuando te das cuenta de que existen personas que te quieren lo suficiente como para saber cuando tu corazón llora aunque tus labios sonríen.
El como descubren tu alma en tu voz quebrada, disimulada en una falsa gripe.
Pero de falsa no tanto, pues de tanto decirle, hoy vino la tortuosa a saludar.
En fin, debo admitir que hoy me encontraba bastante entusiasmada. Creía que quizás las cosas irían bien. No se porque, como una ilusa niña tonta, desde que me desperté, supuse que mi amado aparecería de la nada, como acto de paz, considerando mis esfuerzos.
Supongo que de ahí el dicho, la mujer fue hecha para ser hermosa y el hombre para dar rosa.
Intentar lo contrario termina por lastimar, mas igualmente aunque le reconozca, no puedo evitarlo.
Es una patética fantasía que se va desplomando pieza tras pieza.
Sería irónico descubrir que en el momento en que la última pieza se halla desplomado, es que el valiente caballero habrá recapacitado y de pronto se le ocurrirá intentar poner el cemento para que no caiga y construir a su lado.
Normalmente la gente descubre lo valioso cuando ya no se le tiene.
Hablando de eso, casualmente hoy vi un vídeo de dos novios.
El chico estaba harto de ella, mientras que la niña le buscaba ofreciendo ideas.
Por supuesto, sintiéndose triste y a veces sin saber como expresarse.
El le daba más interés a sus cosas y le decía a ella que porque no daba interés a lo suyo porque el estaba ocupado.
Respondía mensajes cortos, desinteresados y como cansados de ella.
Tardaba minutos, horas.
Se desaparecía sin razón.
Ella decidió hacerle caso y empezó en lo suyo, como él.
Poco a poco, fue perdiendo la necesidad de hablarle, empezó a darse cuenta de la falta de interés y con el tiempo, el se dió cuenta de lo que estaba sucediendo.
Y fue interesándose mas y mas, como ella hizo en el pasado.
Pero, grande fue su sorpresa al ver, así como el, ahora ella estaba ocupada.
Había descubierto como podía estar bien sin el y el como existían personas que mostraban por ella el interés que ella solía dar.
Y fue así, como con el tiempo ella fue dejando de responder a los minutos, horas.. Hasta que no lo hizo más.
Bueno, en fin, esta no es la historia que venía a traerles.
Esa es la historia de una damita y un aquel.
Permite recordar algo muy importante. El hombre puede desilusionarse pero volverse a enamorar o reconocer que es tarde, lamentar luego la perdida toda la vida.
La mujer, aunque puede llegar a sentir esto, normalmente tiene una diferencia. Y esta es que en el momento en que pierde la ilusión en el hombre que ama y ya no hay admiración, ya no siente que hay un interés real o se siente menospreciada o desvalorada. Que no dan importancia a lo de ellas, como ellas dan, no importa si luego cambias de corazón y de por vida. Es poco probable que decida volverse a ilusionar como antes.
Hay sus excepciones, pero pocas son y siempre es porque algo quedaba en el corazón.
Pero en casos como el dicho, darte cuenta de tu error cuando ya es tarde y se perdió la fe, no lo vale.
Volviendo a mi epopeya...
Sabiendo la hora y emocionada desde que me levante, tenía la corazonada de como un algo que me decía que quizás hoy pasaría algo lindo, quizás hoy recibiría una sorpresa de mi amado, una señal.
Patético, lo se.
El que espera tiende a decepcionarse, el que no, a sorprenderse.
Pero el que espero y se decepcionó, solo cierra los ojos y se va.
Me encontraba cocinando muy contenta, oyendo esa linda canción que dice lo que quieres en la vida con aquella que amas, pensando casualmente en que desearía probaras eso que estoy preparando, hecho pensando en ti.
Estaba hecha un desastre así que una parte de mi rogaba, si llegaba a verte, fuera luego de que me diese tiempo de arreglarme.
Cuando en eso suena el timbre.
Entre en mis cabales y razone. Es imposible que se le ocurriera hacer algo así. Ya esa persona no existe, no conmigo al menos. Quizás algún día vuelva a existir. Ya convencida de que era mi vecina o incluso un espíritu burlón intentando que mi reacción fuese como fuese, no pensé ni en arreglarme.
Salí a asomarme, cuando en eso veo aquellos zapatos que reconocería donde fuera. ¿Podría ser posible... Que fuese él?
Emocionada corrí a la puerta, sin pensar en mirar antes siquiera.
Y como un cálido recibimiento le salude con ese apodo que entendemos.Ni un animal ni otro, algo ni siquiera real.
Como si fuera poco salte a sus brazos, a punto de besarle. Cuando se me ocurrió mirar antes de actuar.
Casi a unísono, mi visitante inesperado me dice entre risas "espera, ¡pero que bienvenida! creo que no era para mí"
He quedado hecha piedra.
Sentí como un escalofrío me recorría la espalda.
Lo peor, no había percatado aún la pena sino el fallo en mi corazón.
No era él. ¿Cómo se me había ocurrido semejante idea estúpida?
Como no había notado las señales en el pasado que me indicaban el que algo estaba pasando.
Era obvio.
Ni aunque fuese me había escrito ni menos llamado. De esto último ni hablar, que no se daba hace siglos. Probable mi voz fuese su tormento.
Y como un cristal roto resonaron las palabras de mi visitante.
"Estás muy bonita"
Y como si nada, seguía buscando conversación. Que olía bien la cocina, que venía a realizar el recado de la vecindad acordado el día anterior, que le había gustado verme en la reunión (ni había notado que el había estado), que como estaba mi familia, que si necesitaba ayuda para pintar o en algo de la casa le dijera, que si necesitaba ayuda en la universidad el me ayudaba así tuviera el que estudiar primero, que si podía pasar, cuando me pregunto, "¿Estás bien?"
Yo me había quedado congelada. Sentía que era demasiado para mi mente y mi corazón.
Porque me preguntaba eso.
¿La gripe? ¿Mi silencio? ¿Lo desaliñada? ¿La vergüenza vivida? O de seguro todo junto.
Nunca, en tres años de mi vida, me había detenido a pensar en alguien más. Nadie me había parecido lindo ni quedado en mi mente. Hasta los artistas que antes me parecían atractivos me daban igual.
Por primera vez me percate de como era, aunque le había visto varias veces.
Me sentía apenada por mi estado, aunque ya me había visto así.
No habíamos intercambiado palabras hace tiempo ya. No verdaderas palabras.
Aunque aquí mas que un intercambio el hablaba y yo miraba, callada.
Aun así, en mi mente solo pensaba en mi amado y en la tristeza que me invadía.
Temía llorar. Hace años había jurado no llorar y de dos años para acá había roto esa promesa un millón de veces, hasta que últimamente aprendí a volver a llorar sin lágrimas.
Dije estar bien, que era solo gripe. Y acabo por despedirse.
Cerré la puerta y no pude moverme. No tenía nadie con quien hablar, ni quería hacerlo. Ya no habían palabras, solo sentimientos.
Rompí en llanto, creyendo estar sola.
Cuando noté, por debajo del portón una hoja.
"No llores, todo estará bien".
Fue un consuelo sin explicación para mi alma.
Decidí volver a lo mío y no pensar ni en la carta ni en la vergüenza ni menos aún, en el vacío que quedó en ese espacio donde antes estuvo la ilusión y luego la tristeza. Hasta que paso a decepción y de pronto, ésta también se fue y se convirtió en nada.
Y con cada nota de la música, mi corazón se fue animando, hasta que solo me concentré en cocinar, bailar y ser feliz. 

Anhelos De Un Amor

Son tantas las cosas que me unen a ti, que se vuelven menos las que nos desatan. 
Hay tantos errores que parece fácil decir, simplemente olvidemos, que no nos percatamos de lo poco probable de que sepamos como hacerlo.
Vivimos en el atrás, tanto que ya no somos nada en el ahora. 
Pero es ese pasado el que nos mantiene unidos y también el que nos separa. 
Extraño por sobretodo, aquella forma en que nos demostrábamos amor y afecto donde quiera que estuviésemos. En el pasillo, el salón, las calles y hasta el cine, con mis amigas. Era como si las personas desaparecieran y nuestro único propósito fuese nuestros labios unidos, ser uno solo. 
Nuestra pasión e intensidad, nuestro fuego era tan intenso que no había control. No nos importaba nada ni nadie. Nos retaban y regañaban, pero nos daba igual. No queríamos escondernos. 
Tanto, que desconocidos se acumulaban a vernos, impresionados por nuestro fuego. Que tus conocidas decían y te comentaban lo increíblemente hermoso que era el como eramos. 
Por sobre todo, lo que mas anhelo era el como se sentía ser el centro de tu mundo. 
No había limites, no había excusas ni razones, solo eramos tu y yo. 
Era mi fascinación el ver como siempre querías verme. Siempre querías visitarme y te exasperabas cada ves que decía que no. 
Lamento tanto haber dicho que no. E incluso haber discutido por lo mismo. 
En aquellos entonces tenía tantas cosas que hacer, con que cumplir, que me miro ahora y me avergüenzo de lo poco que podría decirse soy. 
En aquel entonces, cualquier cosa importaba menos que verte y jamás pude demostrarlo. Y ahora, ese impulso fugaz e irreverente en ti, ha desaparecido. 
Loco, iluso, despiadado. 
Hay tanto para describir a la ironía del tiempo y el amor. 
Extrañar aquellos días en que la locura invadía tu mente y yo era tu droga. En que el complacerme te era un sueño, y los minutos se convertían horas, sin importar ni quien, como ni donde fuese.
Eso quedo tan atrás, que hoy en día ya no te gusta ver mis ojos ni menos mi rostro, cuando estamos a solas. Cuando antes eso era aquel acto que no podías darle explicación. Tu venus de Milo me decías jajaja
Pero esa ilusión ha quedado en el pasado, a tal punto que a penas tienes interés en ver mi rostro. 
Sientes mas pasión poniéndome de espaldas, para no verme. Tan solo disfrutar de un algo que sientes cualquiera podría dar. Pero que soy un mientras tanto, porque no hay más. 
Ya no hay un deseo de posesión. Un deseo de demostrar que tienes el control y que como depredador, el lobo desea devorar a la presa. 
Y peor aun, la nostalgia de aquellos días en que el complacerme te complacía, y te era tal disfrute que nunca tenías suficiente. Amar nuestros juegos, en presencia o a la distancia. Amar esas ilusiones ardiendo en el alma ahora de cenizas. 
Pero esos días en que los minutos pasaban a ser horas, se convirtieron en horas que pasaron a ser minutos. Y esos minutos se convierten en unos apenas 3 segundos de entrega por compromiso, para así recibir un algo a cambio. 
Haber recibido tanto y ahora estar en abandono. 
Así se siente nuestra relación. Ya tan sola y desesperada, que parece un simple mientras tanto, porque pareciera que no hay más. 
Decirnos que sentimos por horas, sin detenernos y sin notarlo. Pasar las horas hasta amanecer saliendo un tema tras otro, sin sentido únicamente porque sí. Ese deseo de querer seguir hablando y sentir que una hora parecen mil años. 
El recelo por querer ser lo único en la mente de aquel que amamos. Y que tan solo una mirada desviada parece que se nos clava en el corazón. 
Esa desesperación por querer demostrar de la nada que sentimos, testamentos al tiempo, demostrando nuestro amor. 
Aquellos besos y palabras que venían a la continuación de una batalla campal que temíamos nos distanciara sin darnos cuenta de que era imposible. O así parecía.
El acelerar del corazón, el encontrar un paraíso de maravillas en el otro, pareciendo mas importante y mas sabio que cualquier otro. 
El correr kilómetros para un simple te amo. Para vernos, así fuera 5 segundos. 
Los minutos a solas, el como aquellos pequeños detalles que con cualquiera fuese una nada, parecía un todo cuando estábamos juntos. 
Esa intriga, esa ilusión, ese sentir que la persona en la que estamos pensando es quien queremos para toda la vida, porque es perfecta. Es un sueño hecho realidad. 
El como parece que se ilumina el mundo al verle luego de la espera, que el tiempo se alenta, las mariposas revuelan y te das cuenta de que no quieres a nadie más, estás enamorado. 
Y nada podrá cambiarlo.
Hasta que cambió. 

¿La felicidad es acaso mi enemiga?

Hola tu, mi anhelo.
Si, tu. A ti te hablo.
A ti, sentimiento.
Un amor, una canción, un bocado, un simple respiro.
Estás en todo, pero vienes y te vas.
Eres cruel y tortuosa.
Alegras el corazón herido, dejando luego el vacío de tu ausencia.
Deambulante la memoria, que recorre hasta el mínimo recuerdo, en búsqueda de restos de ceniza de la flama que en aquellos lares prendiste.
Danzante, intensa, irreversible.
Eres traicionera.
Aquel que no te conoce, puede existir sin tu presencia.
Al conocerte, como droga en las venas, dejas tus eternos restos, volviéndonos adictos.
Mientras mas apareces, más te deseamos.
Y luego más larga tu ausencia y más profundo el desespero.
Así los minutos sean iguales, pasarán mas lentos. Más tortuosos.
He aquí donde confirmas que es mejor el que no espera lo bueno, porque cuando llega le sorprende. Pero si no llega, no le afecta.
Aquel que no le conoce, no sufre por su ausencia.
Pero al conocerle, no hay vuelta atrás. 

Unión Esperanzada Condenada al Fracaso

Maldita sea la persistencia pesimista e inaudita que rodea mis escrúpulos. Parece una eterna defensa de un algo sin sentido, irreverente como aquel grito inaudible que mis pensamientos ahogan.
Los buenos momentos no son mas que una falsa esperanza que te ata, no permitiéndote entrar en razón cuando te das cuento de que lo bueno solo era una euforia tan pasajera, que apenas al reconocerle, se esfuma.
Que punzante puede ser la aberración de amar un recuerdo que se convierte en un anhelo vacío y lejano. Súbito final que ahonda en la desesperación irracional de la razón misma.
Como seres humanos, terminando siendo tan idiotas que el iluso se vuelve genio, todo por amor.
Y aquí me encuentro, en desespero, retornando a las palabras. Mi ruin y atesorada caja de memorias.
Y es cuando noto como mientras mi corazón no fue mio, me aleje de tus encantos, dulces versos.
Y conseguí el consuelo de tus artes en un simple abrazo sincero o un acongojado buenos días.
Ese sinfín de emociones por venir al comienzo de una travesía de odios y amores, de verdades y mentiras, de almas al desnudo y pensamientos al descubierto.
Confunde la duda al indagar. Acaso es que el tiempo nos cambio y somos diferentes. Acaso es que somos iguales pero el tiempo nos fue revelando como pieles de la cebolla, hasta llegar al centro. Terminar marchitos.

Sigo Aquí

Es demasiado lo que pido? Una sonrisa sincera y real. Por una ves en mi vida, no ser el hombro para llorar. Un amigo sincero. Un amor incondicional. 
Podrá ser acaso, que todo lo que he hecho lo he hecho mal. 
Nunca me había atrevido a considerarme apta para obtener atención. 
Siempre quise hacer a otros sonreír. Aguantaré los golpes por ti. No permitiré que te lastimen. 
Seré tu amiga leal, tu amante fiel. 
Acaso alguna ves mi mente podrá comprender, no nací para ser amada ni entendida. No nací para ser la razón de vivir de alguien, ni para ser el para siempre. 
No debo abrir mi corazón, cada día lo entiendo mas. 
Veo como cada persona llega, y le considero amistad. Cargo siempre sus penas, les doy mis alegrías. Siempre eternamente perfecta, sonrío, saludo y jamás lloro. 
Dime porque si estoy ahí, porque si te doy mi corazón. Porque si te abro mi alma, te ayudo en la calma. Estoy en tus altos y bajos. Porque si te entiendo y admiro el como eres. Si te aprecio y te acepto. Te ayudo y acompaño. Si te doy mi amor y mi amistad. Porque siempre pides mas. Tomas y te vas. Tu y cada tu que existió. Cada amigo o conocido. Cada amor y familiar. En toda mi vida jamás he escuchado, "Estaré ahí para ti siempre, sin pedirte nada a cambio" Jamás he sentido un gracias al oído o he recibido una palabra del corazón, de la nada solo porque nace. Al final, esas pocas personas que a su manera me dieron un sentido y me hicieron entender que no estoy solo para los otros sino que yo también valgo, se van. Era mentira, ilusión o un sentimiento pasajero. Un algo que espera otro algo a cambio.. Pero sigo aquí. Para ti, para todos aquellos que me permitan entrar a su vida. Pues aunque su intención no sea sincera, sea algo temporal y condicionado... Quiero dar aquello que quisiera que me den, porque se que algún día me será retribuido. Y porque se que aunque no lo sepan, también se lo merecen. Y si eres feliz, yo también lo seré. Y con ello mi pesar no importa, simularé que no existe. Y al saber que te hice un bien habrá desaparecido. 

Mi Primer Auxilio en las Palabras

Siempre fui una persona independiente. La simple idea de tener que corresponder a alguien me agobiaba. Siempre tuve que cuidar a otros y hacerles felices, estaba acostumbrada. Pero la idea de tener alguien a mi lado, le tenía anhelo y temor. Podía ser libre en la vida que tenía con mi imaginación. Mi mente, mis pensamientos volaban cual mariposas y podía irme a cualquier otro sitio lejos de esta tempestad. 
Jamás supe lo que significaba tener una "otra mitad". Con ello, parecían mas fantasías para distraer mi mente de la realidad. 
La primera ves que descubrí un auxilio en las palabras tenía 5 años. Mi fascinación por lo que me rodeaba podría duplicar mi ilusión del ahora. Y al hoy por hoy, mi razón de vivir siempre ha sido a nombre de la vida. Muchas veces sin siquiera saber de que hablo. Defendiendo razones que no me defenderían a mi. Pero apenas hoy lo entiendo. 
Como iba diciendo, la primera ves que supe que jamás dejaría de escribir, tenía cinco años. Toda mi vida me habían dicho que era especial. Cautelosa, evitando que escuchen, mi madre lloraba y me decía, algún día cambiarás el mundo. Pero, el mundo es algo tan relativo. Acaso el mundo del caracol no es jardín en el que deambula? 
Aun hoy en día, no lo se. ¿Porqué deberían cambiar el mundo? ¿Acaso cada cambio que se hizo, no terminó por empeorar las cosas? No tengo la respuesta. Aunque crea tenerla, lo único que se es que nada se. 
Entonces, cuando tenía cinco años, fue el inicio de mis desahogos. Desde los dos años, había parafraseado descripciones de sentimientos y objetos mientras deambulábamos en nuestros viajes sin rumbo. Buscando algo que no sabíamos que era. Pero no voy a hablar de mi vida en si en este artículo, sino del porque escribo. Cuál es su origen. 
La verdad, ni siquiera yo lo se. Solo se que ese día, en ese momento, fue el único remedio. Era un taller de artesanía que habíamos hecho al fondo de la casa. Tenía muchos usos, pero ese era el principal. Mi madre estaba con mi abuela en la cocina. Quien en aquel tiempo consideré mi padre, hacía figuras de resina. Cuando era pequeña, no había mayor alegría que ver a mis padres esculpir. Sonará loco, considerando la edad que tenía, pero lo recuerdo perfectamente. El olor como un carbón metalizado, que invade tus pulmones. Los detalles en la masa aun blanda. Las piedras preciosas que iban incrustadas meticulosamente. 
Pero aun así, ese día no recuerdo nada de esos momentos felices. No recuerdo que animal vi en el jardín, ni que escultura laboraba. Creo un elefante. Si, ese era. El elefante con la enorme amatista en su vientre y las turquesas en sus pies. Con un lindo cintillo de aguamarinas. Al final jamás se terminó y quedo en el olvido, quien sabe donde. Quizás le vendieron y nunca supe. 
Desde que nací, todo lo que conocía era libros, naturaleza y estudios. Una típica Hippie, con toques Wiccanos, podría decirse. 
Para aquel entonces, estudiábamos geografía. Siempre había tenido una barbara obsesión con estos globos terraquios miniatura. Algo así como una ironía humana que te hacía sentir que al tenerle en tus manos podías tenerlo todo a tu alcance, tener el control de lo que te rodea. Mucho después fue que aprendí una gran verdad sobre esto.
Cómo dije, estudiaba Geografía. Recuerdo perfectamente que me tocaba aprenderme todos los países de Asia con sus ciudades. Para aquel entonces, no tenía mucho dominio en Mandarín así que me tomaba mas tiempo en aprender a pronunciar y escribirlos. Recuerdo que me preguntaron el río principal de Turquía. Como podía yo en esos momentos diferencia si el Eufrates o el Tigris era mayor, por lo tanto, principal. Conocía los nombres, pero mi mente no terminaba de decidirse por cual era mejor. Eso solamente me había ocurrido un año atrás con la tabla del siete y había prometido no se repetiría. Y les aseguro, desde siempre he sido alguien de palabra. 
Por lo mismo, la culpa de que se repitiera me carcomía. Después de ese momento estructuré mi mente para jamás permitir que nada se me olvidara, una imperfecta perfección. Que duraría hasta mis 17, cuando conocería a mi primer gran amor. Tan solo otro temple de vidas caóticamente hermosas. 
Al parecer, defraudé a las personas con mi olvido. E invadió el desespero a aquel que en aquellos días podría haber considerado mi padre. Y fue ese día, cuando tomé el control de mis pensamientos y pude dominar mi espíritu. Aunque haya sido algo eufórico, pude conocer un instante al que luego le conmemoraría como el etérico. Mi eterno tesoro. Mío y de muchos. Pero mi paraíso duro poco. Hubo un sabor que invadió mi boca, pero mas que metálico como muchos dicen, me fue dulce como una anestesia naturalmente pacífica. La mente se me nublo y me dolía mucho. Solo habían pasado 5 segundos en mi silencio. Vi a mi madre llegar, ella lo había visto todo. Y aun hoy en día la piel que cubre mi cuello, ahora escondida por cabellos dorados como ríos mas que resortes, esconden ese crucial momento de mi vida. Y vi a mi madre llorar. 
Y con sus lagrimas se callaron las mías. Decidí jamás volver a mostrar debilidad. Me arme de valor y me lleve a mi madre. Aunque no voy a mentir, no la lleve. Le pedí que viniera conmigo y me siguió. 
Ella estaba destruida en llanto. Jamás le decía madre, a pesar de mi gran amor por ella. Y ahí me percaté de mi insensatez. Le hice las maletas con lo que yo a esa edad consideré oportuno. Aun hoy en día creo que fue lo correcto. Mi abuela solo decía que ella sabia, ella sabía. Le dije a aquel que me siguiera abrí la puerta y lancé sus cosas a la calle. Me había costado un esfuerzo enorme levantar ese bolso pero no demostré ningún pesar. Y sin sonrisa ni lagrima, sin gritos ni emoción. Tan solo exclame "te vas pues ya no eres bienvenido", y tal cual conjuro, con el viento saco los pies de la calle, según hoy dicen en contra de voluntad o sorprendido por mi boca al pronunciar esas palabras. Mi madre intento calmarme, pero no me arrepentí y hasta mi etapa del hoy, jamás me había arrepentido de nada. Pero bien aseguro, de ese día, no lo hago. Volvería a cerrar las puertas con todas mis fuerzas, caminar hacía el taller, volvería a cerrarle y jamás miraría atrás.
Con ello, jamás pude volverme a ubicar en direcciones ni grabarme de memoria inmediata las capitales. No fue sino 5 años después que decidí remediar ese detalle. 
Pero, aun así, no hay nada que cambiaría de ese momento, pues incluso el dolor y la penumbra, me hicieron lo que soy hoy. 
Y no fue sino hasta la noche, cuando me mandaron a dormir a las 7 y escuchaba las voces de los adultos hablar sobre lo sucedido afuera, que decidí tomar una hoja y escribir las emociones que hasta el día de hoy jamás reí, jamás hablé, jamás lloré. Y aun en este momento, conservo aquella hoja que constata mi promesa de ser fuerte y jamás demostrar emoción alguna si así debe ser.

Siendo Juncos sin Honorarios

Ya van tantas veces que el golpe cae que llega un momento en que no lo sientes.
Quizás te acostumbras.
Quizás te anestesias.
Quizás el dolor te endroga y te manda a volar.
Cuando te conocí fluías en la fila, pero nuestras mentes surcaban los aires cual mariposas.
Con el tiempo, llego aquel beso travieso. Un primer beso escondido. Incapaz de llamarse ligero, sino mas bien un elixir de ilusión.
La ignorancia es el peor enemigo, y por pequeña ilusa e ignorante confundí harapos con finas sedas.
Una verdad construida en mentiras jamás será una verdad. Mentiste. Mentí. Y con ello, nuestro amor también se convirtió en una falsedad.
O quizás, tu mentira fue cayendo. Dejando atrás máscara tras máscara.
Aún así hice oído sordo. Y no me percaté de los zumbidos que escondían un susurro revelador de aquellos que conocían el temple de tu armamento.
No me rindo, pues se cualquiera es bueno. Así como también cualquiera es malo.
Pero con el tiempo del fluir del río que eramos, no nacieron mariposas. No nadaron peces. No reflejo la luz el sol ni la luna hizo resplandor.
Con el tiempo, descubrimos que eramos semillas de junco movidas por el viento. Y que aquel río era mas bien un oscuro pantano, custodiado por los ogros de nuestros miedos, nuestros secretos, nuestro pasado. Que era acechado por nuestros demonios.
Mas fue inaudito el chillido de la tormenta que roza nuestras quebradizas hojas.
Y así se hizo el arrebato de aquel sentimiento en el alma. Aquel que creía haber recuperado. Esa chispa que me hacía perseverar por nuestro amor.
Pero no era chispa, sino aguja. Y como aguja cayo al pantano.
Dime, acaso serás las sedas la armadura del guerrero?
Acaso te despojarás de aquellos prejuicios impertinentes y devolverás la aguja.
Romperás el hechizo de la tristeza y la muerta ilusión?
Volverá a ser la aguja una chispa?
El pantano un río?
El amor, sincero?
Sino dime, siendo juncos. Acaso no te arrancará el viento y me ahogaré en el pantano?
Sabiendo de por si, que en este dolor y esta prisión el amor no será honorario.
Ni habrá recompensa por la perseverancia.
Ni serán reconocidos los esfuerzos de la mariposa en sanar la ala rota.
Ni de las aguas al querer reflejar la luna.
Pues la aguja se profundizará en el tempestuoso lodo de éstas aguas.
El pantano se volverá suelo y terminará por enterrar nuestro amor.
Las sedas se volverán aguijones escarlata, de tanto traspasar mi corazón.
Y al final, aquel niño de brillantes ojos y aquella niña llena de ilusión. Se esfumarán con el viento hasta el horizonte. Para jamás  volverse a ver y estremecerse al escuchar pronunciar el nombre de aquel pantano que fue río alguna ves. 

Sonata sin Voz

Agua con sal, endulzas mi vida.
Pues con cada gota que brota, un pesar mas me alivias.
Y anestesias mi dolor, haciéndome igual a aquel ser, aquel como ninguno otro, pero cruel como cualquier otro.
Aprendiendo a esconderte, lagrima de terciopelo, en mi sonata de velo. Para que no sepa aquel de mi rudo tenor.
Y canto mis penas y mis escasas alegrías, muda y en silencio. Callando los gritos que no se pueden oír.
Reconozco yo te di el arma y te di el permiso. En una ciega persistencia hasta te dije donde apuntar.
Ahora, herida y hasta marchita. Como flor que fue cortada para verle una ves y luego olvidar.
Y en las nubes vi tu rostro, mientras corría y corría.
Y luego vi mi dolor en tu rostro al andar.
Pero el viento te lleva, lejos muy lejos de mi. Y yo, a contra viento corro sin ver a donde ir.
Y mientras corro canto, en silencio, mi sonata sin voz.
Aguda y cortante, como el solitario errante.
Ya sin saber si fuiste un bien o fuiste un mal.
Canto, grito y lloro.
Y mientras lloro, grito.
Y mientras grito, canto.
Y mientras canto, callo.
Y suena y resuena. Retumba hasta en los mares. Mi canción del olvido.
Canto por mi penumbra, que me ahoga sin saber.
Me desconcierto al notar que anhelo un algo que ni siquiera conozco.
Pero, dime, lagrima de terciopelo, cuando te vayas, volverás?
También dime, mi elixir de mares, algún día libre podre ser?
Es peor acaso, anhelar por la paz y felicidad jamás conocidas. o extrañarle luego de haberle conocido y jamás volverle a tener.
No te rindas, me dije. De las migajas de la alegría soñé sería algún día posible conseguir mi felicidad.
Y seguí sosteniendo, canción tras canción, Con la fe, no.. Con la maldita esperanza. Arrogante y descarada, de que algún día la navaja se volvería pluma, y la pluma en flor. Y aquella flor sería para mi, tus versos de amor.
En ves de eso, se torno en mi contra mi deseo. Me cegó la desesperación y bruta e ignorante, seguí constante. Sin notar el como daga que arrebata, se convirtió en espada y me arrancó mi corazón. Y quedan así, sus restos, dentro de mi alma. Aun pulsante y palpitante.
Ahora no solo anhelando aquel sentimiento sino ahogándome a falta de corazón.

Corazones de Cristal

Las almas forajidas normalmente no reconocen la perturbación que les envuelve. Creen que el aislamiento es parte de su propio escrúpulo incomprendido. Como Sansula, resuenan por los vientos y los mares, atraviesan el espíritu. Pero como un olvido, una pizca de un algo que no saben donde quedo. Que el recuerdo anhela conocer pero que por mas que intenta, solo ve reflejos de un sentimiento incomprendido.
Sus corazones se astillan, cual madera de mármol. Sin recuperación.
Y no hay esfuerzo, no alabanza ni gloria. No hay ya abrazos ni sonrisas que iluminen la noche y hagan resurgir el sol. Eternamente olvidados en el mundo, sin velas, lunas ni amor.
Como susurros del alma y versos del corazón. La suplica aumenta y grita a los cielos, ya sin emoción. Con aquel cristal fracturado, que en el último golpe se quebró.

Intentos y Razones

Se dice que una relación no acaba, hasta que acaba.
Así nada mas, simplemente se esfuma.
Cuando llega el día en que te das cuenta que ya no aprenderás nada mas de aquel que te acompaña, que los intentos son en vano y las razones son excusas. No hay mas que hacer, porque no se quiere ya hacer.
Cuando te das cuenta que esa persona te expresa que tu corazón no importa. Que es capas de lastimarlo por parchar sus fracturas. Que eres reemplazable. Que no luchará por ti porque simplemente prefiere olvidarte y que no eres algo que necesita para su vida, para complementar.
Ahí sabes que se acabo.
Cuando te das cuenta de que las intenciones y las acciones están condicionadas a recibir algo primero antes de ser, en ves de recibir gracias a las intenciones y acciones.
Cuando lloras tanto que no recuerdas la última ves que reíste.
En ese momento cuando notas que a la persona le da igual lo que sientes y jamás te pregunta "Y, ¿Tu que quieres?"Ahí es cuando te das cuenta que no eres una prioridad. Que no eres valorado. No eres feliz.
La verdad soy ignorante referente a la felicidad, pero bien se que aquello que te quita el hambre no lo es.
Hoy la impotencia y desesperación invadió mi alma y sin ni siquiera notar que no cargaba mas que mis medias blancas, salí a correr. Correr y correr, en un intento absurdo de dejar todo atrás. Que me había dado el tiempo hasta ahora. Responsabilidades, amigos que no me consideran mas que un soporte y no una amiga, un novio que jamás me dio un día para mi y que nunca me amo por como soy y vivió mostrándome fallas, quejas, errores, defectos, desvirtudes, culpabilidad; una familia que solo ve por sus ojos y una humanidad despiadada. Corrí y corrí, queriendo dejar todo atrás, hasta quedar yo atrás. Me olvide de semáforos, zapatos, gorras, teléfonos, trabajos, personas. Pero también me olvide que el planeta es redondo. Y como dijo el padre de Anna en el Portal de la Sombra de Lene Kaaberbøl, si viajas lo bastante lejos terminas donde has empezado. Y de una forma u otra así fue. Y al volver me di cuenta de que había ganado un castigo, medias rotas y manchadas, pies heridos, ojos rojos por llorar, personas angustiadas por no saber que paso ni conocer el secreto brote de mis lagrimas y por sobre todo, minutos aquellos, donde por un instante creí volvería a comenzar y lo malo quedaría por fin atrás. 

NUEVO BLOG, MISMA AS

Hola Hola, se que me desaparecí por todo este tiempo pero es que la niebla en mis palabras me cegó de la inspiración. Por ello, en un intento de recuperar mi razón de ser decidí crear un nuevo mundo de versos, mi propia cajita de palabras y recuerdos. Un Rincón de Misari.
Aquí les dejo el link. Aún está bastante vacío y las hojas empacadas. Pero les prometo intentar traspasar los recuerdos mas atesorados y reincorporar el día a día de mis anhelos. Sin preámbulos, el link
http://patatacornio.blogspot.com/

AMOR Y ODIO

Amor y odio. Son antónimos, son hermanos. 
Con cada beso, se queman y desangran. Se cortan y congelan. 
Amor y odio. Vienen de la mano. 
Pues no son un algo, sino el algo. 
Aquello que nos hace saber que estamos vivos.
As

Sacerdote, Indigenas de Amazonas y miles de personas en VENEZUELA caminan al 1ro de Septiembre 2016

Siempre he sido una persona apolítica. Nunca he encontrado un "bando" o una razón que sea absoluta o un partido que pueda representar una nación, que sea desinteresada y para un bien común. Este artículo no es un reportaje por mera publicidad, ni mucho menos, una preferencia política. Mi mente, alma, cuerpo y corazón, siempre ha sido conmovido por el verdadero coraje humano. Hoy en día, esta virtud es realmente escasa. Las personas se han vuelto cómodas, conformistas, manipulables y sin carácter u opinión. No hablemos de la inocencia, de la pureza y la sinceridad. Pero, mas allá de todo esto, lo que cada ves se vuelve mas un mito y un cuento de hadas es la verdadera unidad en los seres humanos. Cada ves es menos la posibilidad de poder ver una acción de hermandad, donde se consoliden la solidaridad, perseverancia y el corazón sincero.
Quizá mas tarde que otros, el día de hoy vine a enterarme de un acto de valor desinteresado, de unión e igualdad. Aunque bien es cierto, no es el primero ni el último que se presenta en esta nación. No cabe a dudas, es un acto memorable. Les pido a todos, colaboremos. No importa que nación seas, ni tu raza ni tu etnia, mucho menos tu religión. Todos somos iguales, como seres humanos. Y todos estamos del mismo lado. Somos partidarios de la humanidad y la libertad. La nación en la cual se da este toque de coraje, es en una nación llamada Venezuela. Rica en cultura y hermosos paisajes, cada día su color se va desvaneciendo y tornando gris, como los corazones de su gente. Una nación lúcida y espectacular se encuentra olvidada y sumida en el caos, el cual no vine hoy a profundizar.
Mi atención, esta ves se centra en un pequeño conjunto de individuos de esta nación, que en este mismo instante y en esa misma nación, están cambiando su historia y arriesgándolo todo, por su nación.
El primero de Septiembre, hay una gran marcha en la Capital, pero esta no se limita solo a esta área de la nación, sino a todos los confines de la misma. Con toque de queda incluido y un anhelo en los corazones de los Venezolanos, esperamos logren derrumbar sus miedos y luchar. Las injusticias que han perturbado sus entrañas son muchas, y cada día la sociedad decrece. El hambre y el crimen, sumergen a la sociedad en una mayor desesperación y cautela.
Por ello, y muchas otras razones, estas personas se armaron de orgullo Venezolano, coraje de escudo y perseverancia como vigor.
Estos valientes guerreros no son nada menos que nativos de Amazonas de diferentes grupos y tribus, siendo 2000 personas desde Puerto Ayacucho avanzan a toda marcha a la toma de la libertad. Y no son los únicos que arriesgan todo por su meta. Por otro lado, el Sacerdote Lenin Ramón Bastidas Villegas, lleva ya 4 días en una imparable caminata hacia la victoria desde el Estado Anzoategui luego de entregar su parroquía con el fin de alcanzar la paz de Venezuela o morir. Dejando de lado su glicemia y problemas físicos, incluyendo la falta de ejercicio sigue en su constante e imparable andar con el fin de detener la crisis humanitaria Venezolana. Entre sus palabras esta la invitación a convocar una vigilia de ayuno y oración permanente frente al CNE (Consejo Nacional Electoral). Y su perseverancia es constante, a pesar de sus desmayos y de su nueva lesión en la pierna vista cuando llego a Santa María de Ipire.
 Por otro lado, también se  encuentra la Diputada de María Gabriela Hernandez, quien al igual que el Sacerdote Peregrino, caminarán mas de 500 km hasta Caracas, sin parar.
Unámonos, no como nación sino como planeta. Somos hermanos y no debemos ni podemos permitir que siga ésta desigualdad y falta de humanidad.
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 El padre sigue su recorrido por carretera rumbo al estado Guárico (Foto: Francisco Marquina)

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