El Arroz, según Silvia Tortosa creadora del portal EnCasaContigo, con quien estoy de acuerdo, es un producto casi mágico en cuanto a la cosmética, pues este tiene propiedades cosméticas maravillosas, así como no dijo Silvia, pues este es antinflamatorio, regenerante, es un gran protector de la luz solar y, lo esencial en este articulo, blanqueador. Como ya sabemos antes las mujeres usaban un polvo de arroz antes de salir y lucían con un cutis de porcelana, similar al de los asiáticos, entre otras cosas, esto se da principalmente por el arroz. Aquí les dejo el blanqueador para la piel a base de arroz, el cual también podemos encontrarlo en la publicación de En Casa Contigo en YouTube, de Silvia Tortosa.
Silvia nos ofrece dos opciones magnificas de blanqueadores para la piel, uno con arroz en polvo y el otro en granos, que son igual de efectivos que los blanqueadores cítricos pero no dañan la piel, ya que, como ya sabemos los cítricos algunas veces pueden ser muy fuertes para algunos tipos de pieles mas delicados. Uno de los blanqueadores es a base de agua (agua de arroz) y el otro, es como una mascarilla y, este es a base de leche vacuna.
En el caso de el agua, se necesitan dos cucharadas de arroz, dos tazas de agua, dos bold o plato bastante hondo y un colador, metálico preferiblemente. Colocas el arroz dentro del agua en uno de los bold y revuelves con las manos anteriormente limpiadas durante dos minutos aproximadamente, (observaras que el agua va tomando un color blanco suave). Cuando el agua se enturbie completamente dejas de revolver.
*El agua que utilices debe ser potable y de la mejor calidad posible
Prosigues a colar el arroz con el colador dejando el agua en el blog hondo limpio
Te lo aplicas en el cuerpo tomando un poco del agua entre las dos manos y te la arrojas al rostro, el cuello y el escote. (Se puede usar en otras partes del cuerpo, pero este se coloco en cantidades para el rostro). Dejas unos minutos y secas con una toalla bien limpia si tienes apuro, sino lo dejas secar al aire libre o mejor dicho, secarse por si solo.
En el caso de la mascarilla, se necesitan dos cucharadas de polvo de arroz y un poco de leche entera vacuna. Debes colocar la leche poco a poco mientras vas revolviendo el polvo de arroz hasta que quede a una consistencia igual a la de una mascarilla, es decir, que se pueda correr por el rostro, pero que no se escurra, chorree, ni nada por el estilo. Yo calculo dos cucharadas de leche soperas mas o menos. Debe quedar pastosa, no liquida ni firme, como la mascarilla de pepino y la de zanahoria, no como la arcilla ni como las mascarillas de ácidos. Luego se aplica por el rostro, el cuello y el escote y se deja actuar por unos 20 minutos. Se retira con agua tibia y una toalla sin apretar demasiado.
Ambos métodos se recomiendan usar de una a tres veces por semana en un mes. y luego hacerlo habitualmente. Luego de aplicarse, se puede seguir con su régimen personal de belleza personal, ya sea de día o de noche. Se aconseja usar una vez a la semana la mascarilla y dos veces a la semana el agua, ambas al mismo tiempo. Si te sobra de cualquiera de los dos productos, se puede guardar en la nevera y utilizar luego pues estos no se dañan.
*Esto funciona en cualquier tono de piel.
Si al mes todavía no has logrado el tono de piel que deseas, puedes aplicarlo por mas tiempo hasta lograr el tono deseado, aplicarlo luego de broncearse para mantener su tono o inclusive adoptarlo como rutina de vida.
Silvia nos ofrece dos opciones magnificas de blanqueadores para la piel, uno con arroz en polvo y el otro en granos, que son igual de efectivos que los blanqueadores cítricos pero no dañan la piel, ya que, como ya sabemos los cítricos algunas veces pueden ser muy fuertes para algunos tipos de pieles mas delicados. Uno de los blanqueadores es a base de agua (agua de arroz) y el otro, es como una mascarilla y, este es a base de leche vacuna.
En el caso de el agua, se necesitan dos cucharadas de arroz, dos tazas de agua, dos bold o plato bastante hondo y un colador, metálico preferiblemente. Colocas el arroz dentro del agua en uno de los bold y revuelves con las manos anteriormente limpiadas durante dos minutos aproximadamente, (observaras que el agua va tomando un color blanco suave). Cuando el agua se enturbie completamente dejas de revolver.
*El agua que utilices debe ser potable y de la mejor calidad posible
Prosigues a colar el arroz con el colador dejando el agua en el blog hondo limpio
Te lo aplicas en el cuerpo tomando un poco del agua entre las dos manos y te la arrojas al rostro, el cuello y el escote. (Se puede usar en otras partes del cuerpo, pero este se coloco en cantidades para el rostro). Dejas unos minutos y secas con una toalla bien limpia si tienes apuro, sino lo dejas secar al aire libre o mejor dicho, secarse por si solo.
En el caso de la mascarilla, se necesitan dos cucharadas de polvo de arroz y un poco de leche entera vacuna. Debes colocar la leche poco a poco mientras vas revolviendo el polvo de arroz hasta que quede a una consistencia igual a la de una mascarilla, es decir, que se pueda correr por el rostro, pero que no se escurra, chorree, ni nada por el estilo. Yo calculo dos cucharadas de leche soperas mas o menos. Debe quedar pastosa, no liquida ni firme, como la mascarilla de pepino y la de zanahoria, no como la arcilla ni como las mascarillas de ácidos. Luego se aplica por el rostro, el cuello y el escote y se deja actuar por unos 20 minutos. Se retira con agua tibia y una toalla sin apretar demasiado.
Ambos métodos se recomiendan usar de una a tres veces por semana en un mes. y luego hacerlo habitualmente. Luego de aplicarse, se puede seguir con su régimen personal de belleza personal, ya sea de día o de noche. Se aconseja usar una vez a la semana la mascarilla y dos veces a la semana el agua, ambas al mismo tiempo. Si te sobra de cualquiera de los dos productos, se puede guardar en la nevera y utilizar luego pues estos no se dañan.
*Esto funciona en cualquier tono de piel.
Si al mes todavía no has logrado el tono de piel que deseas, puedes aplicarlo por mas tiempo hasta lograr el tono deseado, aplicarlo luego de broncearse para mantener su tono o inclusive adoptarlo como rutina de vida.
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