Si estás aprendiendo cómo hacer hechizos de magia blanca, habrás oído la tradicional práctica de trazar un círculo antes de cada ritual. Antes de comenzar un hechizo o ritual, es útil definir un espacio para el ritual, y trazar un círculo mágico es una manera efectiva de hacerlo. Esto no sólo nos protege de energías que pueden distraernos, también nos ayuda a entrar en un estado mental apropiado para comenzar el ritual. No todos los hechiceros trazan este círculo de la misma manera, por eso lo mejor es experimentar un poco y encontrar lo que funcione mejor para ti. He aquí una guía general:
1. Determina la cantidad de espacio que vas a usar en tu ritual. Si sólo necesitas espacio para ti, una buena regla general es hacer un círculo lo suficientemente grande para que entren tus brazos extendidos. Si vas a estar de pie o moverte, o si el ritual incluye algo así como un altar o más personas, necesitarás más espacio.
2. Asegúrate de que tienes todo lo necesario para el ritual antes de trazar el círculo. No hay nada más molesto que darse cuenta de que has olvidado elementos y tener que irte a buscarlos. Si necesitas interrumpir el ritual por algún motivo, a muchos les resulta útil visualizar una pequeña puerta en el círculo, que puedes cerrar de nuevo hasta que regreses. De esta manera, el círculo no se interrumpe.
3. Limpia tu área de ritual. En primer lugar, limpia físicamente, poniendo orden y pasando la aspiradora o barriendo (con una escoba normal, no de ritual) si es necesario. Luego limpia y purifica el campo de energías negativas. Algunos procesos purificadores incluyen rozar ligeramente el suelo con una escoba para ritual, esparcir algo de incienso en el espacio, salpicar sal o agua salada, y tocar un instrumento musical (me gustan especialmente los carillones y campanas). Lo más importante, no importa qué método uses, es visualizar la dispersión y eliminación total de la energía negativa. Si no te concentras y visualizas esto, las acciones físicas de tu ritual tendrán poco efecto.
4. Una vez que tu espacio está limpio y listo para comenzar, traza tu círculo. Hay una gran cantidad de maneras de hacer esto, pero en general la gente traza un círculo con una varita mágica, daga, o incluso con la mano. Ten en cuenta que la herramienta que utilices no tiene que tocar el suelo – si necesitas simplemente apúntalo hacia abajo. Visualiza la energía protectora que viene de dentro de ti y dirígela hacia tu brazo dominante. Concéntrate a través de tu herramienta de fundición y visualiza un rayo de energía que proviene de él y se establece en el suelo. A algunos les gusta trazar un círculo varias veces (por ejemplo, una vez para la protección, una vez para la concentración, y una vez por la energía), pero esto no es necesario. A veces a los hechiceros les gusta invocar a los cuatro rumbos (este, sur, oeste, norte), sobre todo si su ritual implica invocaciones o la presencia de lo divino. A veces el círculo se traza con velas, piedras, cuerdas, o algún otro marcador. Por lo general, el círculo se imagina como una esfera o cúpula de energía. Ten en cuenta que mientras más fuertes son tus visualizaciones, mejor será trazado el círculo. Tómate tu tiempo y concéntrate.
5. Cuando traces el círculo, continúa con tu ritual, pero siempre trata de ser consciente de la existencia del círculo. Sería inútil que te olvides y salgas de él como si nada.
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