Investigadores de la Universidad de California en Stanford determinaron que "encapsular esferas pequeñas de silicón dentro de una estructura de carbono (emulando la disposición de los granos en una granada) potencia el rendimiento energético de las baterías" Las pilas constan de 3 partes: un ánodo, un cátodo y una solución electrolítica (en este caso, iones de litio). Regularmente, el ánodo está hecho con un puente de grafito, y los científicos notaron que de incorporarle silicón, la batería incrementa notablemente su vida útil.
Las pruebas efectuadas con este diseño demostraron que, aun después de 1000 usos, la batería conserva 97% de su habilidad para suministrar energía. El carbono que recubre las esferas permite el flujo de la corriente eléctrica, pero impide que reaccionen con el electrolito.
Las pilas de litio son las más utilizadas en smartphones, tablets, consolas portátiles o automóviles. La investigación hará que nuevas baterías de menor tamaño y mayor capacidad se adapten a una amplia variedad de equipos.
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