Entre todo lo que no comprendo, es el porque los dioses me dejaron esta marca de indiferencia, que entre todo resalta como cualquier naturaleza misma, causando la duda y el indagar, dejándome sin respuesta mas que mi verdad misma, que ante los ojos de los otros, se desvela cual discordia, mentira e inclusive blasfemia. Cuales quiera sea el motivo, el lugar o el ser jamas se es aceptado al corazón adverso a las mundanas razones. Es por esto que mis ojos lloran, no por dolor sino por rabia, por duda y esfuerzo ante la costumbre del común individual que mas que aceptarme tal y como soy encuentra el imperfecto defecto en la realidad, a pesar de que este no exista.
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