Gota por gota, verbena espeza e insoluble, corta a la sangre fria, traspasando a rastras cada razgo de vida , apaciguando el sentir que se acopla con el dolor intenso y punzante, ahora nulo. Hasta que poco a poco el alma queda inerte y divagante, al camino amado que sea en mi Arianrhod.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario